miércoles, 25 de julio de 2012

This is the end...


"Compañera 
usted sabe 
puede contar 
conmigo 
no hasta dos 
o hasta diez 
sino contar 
conmigo"
Mario Benedetti

Tal como cantara Jim Morrison, "This is the end..." hoy hablo de los finales. No me gustan los finales, las despedidas, los términos, las rupturas. Incluso a veces me quedo con gusto a poco en los finales de películas, de teleseries, series favoritas de Warner o de Sony.

No me como todo lo del plato, pienso que para no terminar algo. Soy mala para los remates, para los mensajes de cierre, para el último slide de la presentación. La mayoría de las veces se me funan los chistes al final y el último aplauso me sale fome y sin sonido.

Bueno esta vez me tocó vivir un final más complejo y triste que me hizo pensar en que, si bien cuando se cierran las puertas se abren ventanas, igual estamos solos. Sí, quienes no hemos hecho familia aparte de nuestros núcleos (papá-mamá-hermanos o cómo sea el mono) nos quedemos solos cuando perdemos a un ser querido, al ser formador, al útero que nos dio vida o a los brazos que nos arrullaron cuando pequeños.

Pero los amigos, como todos bien dicen, son la famlia que hemos elegido y se hacen tremendamente relevantes en estas ocasiones: dar espacios, motivar, movilizar, hacer una sopita recuperadora, invitar a unos buenos tragos que emborrachen.

Entonces, con los amigos no hay finales hay solo puertas y ventanas que abrir. Somos quienes debemos entender y acompañar en procesos enriquecedores y más maduros como cambio de trabajo, rupturas amorosas, problemas con los hijos, y el fallecimiento de un familiar.

Esta es por ti, y por todos aquellos que piensan que quedaron solos. Yo también lo pienso, pero luego pido las ayudas y consuelos a quienes están ahí siempre...los amigos.

martes, 17 de julio de 2012

Alemania 2015...una carretera



♪  You have never been in love, until you have seen the stars reflect in the reservoirs...♫ inicia el track 1 del disco mal grabado de Morrissey que encontramos en la guantera del auto.
Es que nuestros momentos juntos siempre han estado cargados al rock & roll, más allá de tu chaqueta de cuero azul que está por romperse (y que no te cierra); más allá de mi cintillo rockabilly que tanto te gusta; más allá de tus tatuajes.


Manejo vista al frente, las dos manos en el manubrio (que es lo único a lo que me aferro en estos momentos) mientras tarareo la canción en un inglés rebuscado. Tu te ríes, pelo al viento, gafas negras y quizás estas sacando un mapa para orientarme en la ruta...pero no hablamos, sólo creo ver de medio filo que estás revisando esos mapas que te robaste de la estación  de servicio y que yo manché-sin querer-con salsa de las hamburguesas.


Haces bromas estúpidas y chistes fomes, esos los escucho claramente porque he bajado la música después del primer coro.  A veces pienso que soy la única que te escucha...y quizás por eso estas acá. No por Alemania, no por la carretera, no por los discos que acabas de comprar y traspasar a tu celular para escucharlos mientras te duchas...estás acá porque te pongo atención y conozco tus muecas-perdón lenguaje no verbal suena mejor, no se me enoje ya?-, sé que en algunas miradas serias más que una intención se devela tus problemas de vista, y piensas que achicando los ojos leeras mejor.


La verdad es que lo que me motiva a manejar es tu mirada constante, bueno también el vértigo de estar en Alemania en esta carretera, esa que alguna vez soñamos. Pero saber que me miras, me hace tener confianza, me hace sentirme la mujer más guapa del mundo...y quizás es otra de tus virtudes a pesar de que tus pies no caminan al mismo ritmo y que a veces te quedas por ahí enredado en tus sueños e ideas sin bajar a pisar la tierra que día a día yo camino con mis dos pies: a veces corriendo, otras en tacos, y por ahora tomada de tu mano.


Sin las promesas típicas y engañando al corazón, pensamos (sé que tú también lo haces) que "estamos bien", estamos la raja la verdad.


No hay más escenas, solo la carretera, solo la canción de Morrissey, solo tú leyendo el mapa y yo manejando, con las dos manos en el manubrio...