miércoles, 26 de mayo de 2010

Vanidad: Las Dietas


"Estoy a dieta". Pronunciar esta frase en una conversación es como ponerse una pistola en la cabeza. Sí, porque el subtexto es: estoy con restricciones, no puedo comer todo lo que me gustaría, estoy gorda y me siento mal con eso. Y todos estos pensamientos te dan más ansiedad.

Es más sano decir "estoy comiendo más sano", "quiero comer mejor", en un lenguaje positivo que tenga la promesa de una vida más plena. Aunque nos suene a eufemismo.

Por lo demás, cuando estas a dieta te sumerges en un universo paralelo donde no falta la amiga que te apaña en todas (o esa con rasgos crazy woman que te acompaña hasta al baño o se compra tu misma polera pero en otro color porque "me encantó el modelo") que te dice Yo también haré dieta!. Y claro puede ayudar, ya que no la ves enfrente tuyo comiéndose un rico pastel o unas salchipapas (qué nombre tan lúdico para algo tan grasiento no?), pero inevitablemente comienzas a competir:
-si tiene mejor digestión, de seguro bajará de peso antes (y típico que es una amiga media flacuchenta que la verdad NO necesita la dieta).

-debes compartir menús de dieta, datos de dieta, tips de dieta, conversar sobre las calorías que comiste en el día.

-si haces un desarreglo tienes culpa, primero porque no estás cumpliendo y segundo porque ella lo cumple con exactitud y maldición tiene mayor capacidad de contención.

-si haces el desarreglo frente a ella, o te apaña o te mira feo y tienes una jueza-mamá cuidándote por tu bien.

Hacer dieta involucra varios factores a manejar. Si no cocinas, debes buscar un lugar donde comer que se adapte a tu menú. Si cocinas, debes encontrar un lugar donde comprar comida que sirva para armar tu menú y a un precio accesible (por suerte, siempre esta La Vega, Viva!). Si llevas la comida al trabajo, debes lidiar con un montón de potes para el almuerzo, la colación, el snack, la porción de maní y almendras, la manzana con yogurth, el 1/4 de queso azul y queso mantecoso, dependiendo de la dieta. Si es una dieta sacada de la Internet, debes convalidar las medidas y encontrar los alimentos mediterráneos, los mariscos específicos para la sopa, o el fruto seco que sólo se da en el desierto de algún país. Si asistes a una reunión social...mmm, en realidad en esta situación quedas bien porque comes poco, como una señorita protocolarmente correcta!.

Demás está decir, que las fumadoras, fumarán más. Que las que sufren del Síndrome Pre Menstrual, sentirán mayor ansiedad por el azúcar. Y un dato no menor, te emborrachas con mayor facilidad...Caballeros, ahí les va un dato: una mujer a dieta, está más débil y si no se atreven a abordar a una dama, es el momento!.

domingo, 23 de mayo de 2010

"Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas"


Ansiaba comenzar este escrito con una definición de Personalidad Difusa. Pero no la encontré, o no la busqué bien (siempre hay dos opciones). Rous me incitó a poner este tema en el tapete, y aunque por dos semanas me negué...es imposible controlar los deditos fuera del teclado con una temática tan interesante, oscura, negada y tantas veces mal vista.

Hay rasgos definidos de nuestra personalidad que se van construyendo, obviamente, a lo largo de nuestra vida, de nuestro crecimiento que involucra un ser social desde que pertenecemos a un núcleo primario como lo es la familia. Hasta aquí, ninguna novedad.

Pero lo cierto es que llega un punto donde nuestra diferenciación, nuestras fortalezas y debilidades o lo que creemos que somos, no tiene un cuerpo claro, no es tangible, no se refleja en el espejo que tenemos delante cada mañana al levantarnos y comenzar un nuevo día con un nombre, apellido y actividad. Y por aquello que hemos luchado, por lo cual hemos sufrido, los temores que hemos enfrentado ( y los miles de miedos que descansan bajo la alfombra de la cama), han sido abordados desde una personalidad disfuncional.

Poca claridad, un locus externo antes que interno, sin contención,límites poco definidos, impulsividad, rasgos que no definen nuestro sexo (femenino o masculino por cierto), sin autoconocimiento (no sabemos qué nos gusta y por qué), sin integración y un sin fin de características que no pueden negar que se les han presentado a todos en alguna etapa de la existencia, por periodos de relativa extensión.

A simple vista, parece que al descifrar y enumerar estas cualidades existe claridad de la personalidad difusa y es contradictorio...el problema es cuando se ha vivido por años (30, 15, 50) de esta forma, creyendo que este tipo de personalidad es la de uno y que no hay caso y es una forma legítima de vivir.

No soy la jueza (ni espero serlo por favor!), sin embargo creo que no sólo es meritorio o basta para lograr una personalidad formada tener conciencia que no estamos en forma, sino enfrentar y trabajar por ello arduamente. Aunque sea nuestro mayor miedo dar un sentido a nuestra vida o girar a 360°, salirnos del paradigma y caminar desde otra esquina, romper el círculo que conocemos y hemos trazado por años y años(sin borrar con el codo lo que hemos venido haciendo) hay que asumirnos, querernos y trabajar por se felices y tomar nuestras propias decisiones, sin dudar a equivocarnos, quedarnos solos o ser juzgados. Ser valientes.

Nadie dijo que era simple, pero somos seres inteligentes y conscientes (una capacidad ultra desarrollada en mí este último tiempo). Y la mentira a uno mismo, el engaño, la sacada de vuelta autoaplicada...sin duda es la mayor miseria.

Benedetti lo dijo...Tienen que cambiar todas las preguntas ya!

lunes, 17 de mayo de 2010

La palabra: una peligrosa sentencia


Cuando era una niña, leía en la puerta de mi tio (de tierras lejanas de La Quebrada) un cartel escrito a mano que decía la siguiente frase: "la persona que más ofrece, si es que llega a dar, da mucho menos, pero hiere mucho más". La leí por cuatro años al menos, sin entender este acertijo.

Hoy, confieso que tiene sentido. Vivimos en un mundo de promesas: "Te llamaremos", "Yo te ubico por mail", "Te contesto mañana", "Te quiero y te querré siempre", "Estoy contigo", "Habrá sorpresas", "Si encuentras precios más bajos, te devolvemos tu dinero", "Siguiendo este plan de dieta, perderás peso rápidamente", "Compra ya tu pasaje y tendrás una oferta sorprendente"...puras palabras.

Me gustan las palabras (está claro, sino no escribiría este blog), pero creo más en los actos, en los hechos, en proclamar una cierta verdad e invitar a involucrarse en ella limpiamente, sin mayores premios, incentivos o amenazas.

Una experiencia cotidiana que compartir: Vi Ojos Rojos y Iron Man II, y asumo que caí como una niña frente a un helado por la increible publicidad que ambas tuvieron. Ojos Rojos no logra concretar una historia central, ni que la audiencia se emocione, entonces pasamos por estados mínimos de euforia y no por la historia contada con argumentos audiovisuales elegidos, sino por el hecho mismo del gol que ocurrio en determinada fecha. Por otra parte Iron Man II, si bien no me arrepiento de haberla visto, esperaba la banda sonora prometida "AC/DC" con sus grandes éxitos sonando a full por el sistema de audio envolvente del cine...Sólo dos canciones al inicio y al final de la película...y reconozco que fui motivada por la música.

La palabra es una sentencia, que tiene un tiempo de acción y de caducidad que si no se maneja bien, puede provocar mal entendidos e incluso catástrofes o simplemente tristeza por haber sido engañados (posición de culpar a un otro) o haber sido estúpidos al creer en la promesa (posición culposa y autoflagelante). Ninguna es positiva.

Y que me dicen de nuestros autodiálogos! Tantas veces hemos aseverado, frente a nosotros mismos "Mañana empiezo", "Dejaré de fumar", "No lo veré más", "No voy más a ese lugar", " No tropezaré dos veces con la misma piedra", y es ahí donde el poder de la palabra si que pierde su validez, en el autoengaño.

Entonces cobra sentido, un hecho vale más que mil palabras y la frase que mi tio tenia colgada en su puerta, como una premonición de que algún día alguien lo entendería.

miércoles, 5 de mayo de 2010

La sufrida heroína que todas llevamos dentro


Sí, yo me crié viendo novelas (o comedias y/o teleseries). Es que "soy de región" (esto me justifica en taaaantos aspectos), nacida y criada-por mi nanita/mamá querida Helen-en Concepción donde las tardes de lluvia eran para quedarse frente al televisor viendo Cine En Su Casa (vi 20 veces La Novicia Rebelde) o La Pequeña Casa en La Pradera (quien no admiró a Laura!era lejos la más bacán) esperando la novela.

Y siendo hija de una madre trabajadora tiempo completo, la Helen se sentaba frente a la tele a las 19.30 hrs a ver Abigail o Topacio, Oshin o Cuna de Lobos y uno quedaba hipnotizada frente a esas heroínas que la vida trataba tan mal. Así me críe.

Aprendí que los hombres abandonaban a las mujeres cuando estaban embarazadas, que la sirvienta era muy mal tratada y el dueño de casa la enamoraba con mentiras, que una pequeña niña oriental se arrastraba por la nieve quemando sus pies y manos, ya que por faltar a la verdad, su padre la echaba del hogar, que la maldad de las viejas ricas era siempre contra la mujer más bella y desgraciada, que habían momentos felices rodando por prados soleados y columpiándose en un parque pero que pronto se avecinaban las muertes por accidentes automovilísticos donde alguien quedaba ciego...siempre la mujer que tenía todo un futuro por delante.

De qué servía tener una cabellera castaña larga y bien cuidada si después quedabas ciega!?, para qué amar al hombre rico si cuando tuvieras un hijo te abandonaría?. Entonces inevitablemente uno crece picando cebolla, siendo una sufrida mujer que hace de todo una tragedia novelesca, bueno asumo que por lo menos yo lo hago. Pero una de las razones por las cuales me hice amiga de la banquera es porque ella compartía esta realidad conmigo (y ojo que ella no es de región).

Un día conversando, entre vinos y chelas universitarias, descubrimos que las dos, de niña, jugábamos a ser madres solteras con muchos hijos viajando una noche de frío en tren (los hijos eran la muñecas y peluches; el tren era la litera). Agréguele que este poroto crespo visitaba la cocina de Helen y le pedía "un poquito de comida para los niños que no tienen nada que comer"...

Siendo veinteañera (aún puedo decirlo ok?)tengo cuentas que pagar, el sueldo no me alcanza, vivo corriendo entre la pega, la isapre, los compromisos sociales y me hago heridas en los talones por las baratijas de zapatos que me compro...soy una heroína de telenovela y Oshin se posiciona en mí. Claro que frente a esto, yo me rio a carcajadas.

domingo, 2 de mayo de 2010

Tácticas y Estrategias en la seducción


Puede que en los gustos por la música te encuentres con alguien y te veas en sus ojos. Quizás cuando hablan de realidades tan absurdas o cotidianas sientas que la seducción de las palabras te envuelve.

Sientes su perfume, te fijas en sus pupilas, quizás en sus manos o lenguaje corporal, el chalequito roto que viste, un pecho peludo a la vista, una espalda protectora, un rouge rojo en labios carnosos, un look estudiadamente casual, su bailar al son de una rica salsa, el coqueteo de la cueca (de la muerte), y un sin fin de elementos concuerdan en un espacio y tiempo determinado para sentirte seducido y atraído por ese otro que esta frente a ti, muchas veces sin saber lo que logra provocarte.

Es que la seducción no está libreteada, no existen manuales, pero como seres humanos con instintos (muchas veces bajos instintos) desarrollamos tácticas y estrategias para seducir, para atraer, para enganchar al sexo opuesto.
Si bien estas tácticas y estrategias no son aplicables en todas las situaciones o en todos los hombres/mujeres en que nos fijamos, si hay algunos puntos claves que debemos manejar y tener presentes. Y sin ánimo de hacer un manual ni establecer leyes en el arte de amar, he recopilado algunas que quiero compartir con ustedes.

El beso es decidor. Un beso es la antesala para seguir avanzando en el diálogo del erotismo carnal. El arte de besar trata de siempre tener en mente que "para bailar se necesitan dos". Y aunque puede parecer obvio, muchas veces unos labios envolventes que entregan confianza y se animan a aventurarse a cruzar esas barrera de carne para impulsar el juego lengual, se encuentran con labios apretados y frios que no dan paso a ninguna intromisión. Dicho sea de paso, confieso que por muchos años pensé que el hombre era quien guiaba el beso y sobre todo el pase a la lengua. Definitivamente el beso no establece quien comienza según el sexo de la persona. Es más bien el atrevimiento de la persona quien define los turnos en el besar.

El lenguaje corporal. Manos y brazos que acompañan la conversación, sobreponer los pechos en el caso de la mujer y el torso en el caso del hombre comienzan a encender las pasiones. Cuando nos encontramos con una posición pasiva y tranquila del otro, también podemos ver dominio de la situación y seguridad, pero brazos cruzados, piernas extremadamente juntas y tiesas nos hacen prever que hay barreras que no quieren ser traspasadas por ningún motivo. Claramente esta situación puede convertirse en un desafío excitante para tratar de cambiar esta actitud a nuestro favor. La clave es tener disposición al juego de la seducción desde el lenguaje oral y no verbal.

La mirada fija y atenta. Hay que coquetear desde los ojos, fijarse en los labios del otro mientras habla, como persiguiendo las palabras que salen de la boca. Hacer un tour por el cuerpo del que tenemos al frente, no dejar de mirarlo a los ojos cuando nos está hablando y saber cuando bajar la mirada para dar paso a la imaginación: ¿Me estará ahora mirando?, ¿Tomará mis manos?, ¿Pedirá otro trago?.

Hay miles de situaciones y atmósferas (nunca minimizar el contexto) que hacen que todas las tácticas y estrategias planeadas y a veces no intencionadas no sean ejecutadas, quizás lo que se suscita en estas situaciones es la verdadera seducción y cuando realmente hacemos click con el otro. Esta interrogante hace que el juego de la atracción sea tan sabroso e inmanejable...Entonces todas estas palabras carecen de sentido y sólo nos queda releer a Mario Benedetti.

Nota al margen: Qué bella palabra es Seducción, les parece a ustedes?