martes, 17 de julio de 2012

Alemania 2015...una carretera



♪  You have never been in love, until you have seen the stars reflect in the reservoirs...♫ inicia el track 1 del disco mal grabado de Morrissey que encontramos en la guantera del auto.
Es que nuestros momentos juntos siempre han estado cargados al rock & roll, más allá de tu chaqueta de cuero azul que está por romperse (y que no te cierra); más allá de mi cintillo rockabilly que tanto te gusta; más allá de tus tatuajes.


Manejo vista al frente, las dos manos en el manubrio (que es lo único a lo que me aferro en estos momentos) mientras tarareo la canción en un inglés rebuscado. Tu te ríes, pelo al viento, gafas negras y quizás estas sacando un mapa para orientarme en la ruta...pero no hablamos, sólo creo ver de medio filo que estás revisando esos mapas que te robaste de la estación  de servicio y que yo manché-sin querer-con salsa de las hamburguesas.


Haces bromas estúpidas y chistes fomes, esos los escucho claramente porque he bajado la música después del primer coro.  A veces pienso que soy la única que te escucha...y quizás por eso estas acá. No por Alemania, no por la carretera, no por los discos que acabas de comprar y traspasar a tu celular para escucharlos mientras te duchas...estás acá porque te pongo atención y conozco tus muecas-perdón lenguaje no verbal suena mejor, no se me enoje ya?-, sé que en algunas miradas serias más que una intención se devela tus problemas de vista, y piensas que achicando los ojos leeras mejor.


La verdad es que lo que me motiva a manejar es tu mirada constante, bueno también el vértigo de estar en Alemania en esta carretera, esa que alguna vez soñamos. Pero saber que me miras, me hace tener confianza, me hace sentirme la mujer más guapa del mundo...y quizás es otra de tus virtudes a pesar de que tus pies no caminan al mismo ritmo y que a veces te quedas por ahí enredado en tus sueños e ideas sin bajar a pisar la tierra que día a día yo camino con mis dos pies: a veces corriendo, otras en tacos, y por ahora tomada de tu mano.


Sin las promesas típicas y engañando al corazón, pensamos (sé que tú también lo haces) que "estamos bien", estamos la raja la verdad.


No hay más escenas, solo la carretera, solo la canción de Morrissey, solo tú leyendo el mapa y yo manejando, con las dos manos en el manubrio...





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