domingo, 12 de septiembre de 2010

Regalos especiales del pinche/pololo

Siempre ha sido un tema el qué regalarle a alguien que te gusta.Cuando recién estas comenzando a andar es distinto a cuando ya llevas un tiempo. Cómo comunicar lo suficiente en un regalo, cómo dar la sorpresa justa, decir "me gustas" pero no "estoy loca por ti" o "te conozco y sé lo que te gusta" y no "compré lo primero que vi paseando por el mall".

En mi caso, han sido una constante los regalos musicales por parte de mis pololos/pinches. Compilados en cassette, discos con 20 tracks especiales (hasta tengo uno con caratula), cartas románticas en partituras, cuerdas con las cuales se hicieron canciones dedicadas, temas dedicados, soundtrack de películas...en fin.

Me gustan los regalos especiales, únicos, el art attack, personales e intransferibles, hechos a la medida. Debo decir que incluso cuando me han regalado cosas más materiales como collares, bolsos, aritos, peluches-que cliché más innecesario-ropa, no me han dado tan en el gusto ni han conseguido muchos agradecimientos por parte mía.

Una vez tuve un pololo que me regaló un collar de feria artesanal ordinaaaario. Ustedes dirán "Que mal agradecida", es verdad, puede ser, pero es que llamó mi atención porque siempre le había dado en el clavo. Fue un regalo de cortesía, como para decir "hey! me acordé de ti". Y si se acordó de mi con ese feo collar de cuero con piedras sin formas...todo mal o no?.

Nunca me ha tocado recibir una "estrella de regalo" o un lugar. Igual lo encuentro un poco endiosado ese tema, como que el loco se siente dueño del mundo y te dice toma una parte de él, lo comparto contigo y en el caso de ser una estrella, es bastante apretado el lolo no creen ustedes?. Podría regalar una laguna, una montaña, que se yo.

Uno de los regalos que nos dimos con un pololo fue para un día de aniversario ir a un motel. Era mi primera vez y elegimos el más bacán: jacuzzi, cama de agua, ducha shower, nos faltó tiempo para pasar por todas las atracciones del parque de diversiones. Además habíamos recién cenado comida china y entre la adrenalina y la visita a escondidas, debo confesar que el estómago se me revolvió. No hubo desgracias que lamentar, pero tampoco hubo muchos fuegos artificiales.

He estado consultando a mis focus group y siempre son más apreciados los regalos especiales, aquellos sin un precio en el mercado: un dibujo, un papel escrito, una foto con un marco artesanal, esos regalos que guardas en una cajita especial junto a tus diarios de quinciañera.

¿Qué regalos son los más recordados por ud.?

jueves, 9 de septiembre de 2010

Trapecista...con red (o un autoretrato)

Frente a un acantilado-parcializado por cierto-me despierto cada mañana de este mes.Todo lo observo desde el prisma del cada vez más acuñado "vaso medio vacío". No hay escapatoria, no hay puertas, ni ventanas, ni luces, ni salidas indicando EXIT. Sólo estoy en mi humanidad esperando el final de algo, porque ni pensar en el inicio.

Cuatro personas aparecen, me despiertan de la pesadilla recurrente de la cotidianidad castrante que me envuelve: PAM! como un disparo al centro...regreso, vuelvo y paso de ser un trapecista ciego a uno con la cabeza en alto, erguido y con red.

Me gusta el proceso de la ostra, recurro frecuentemente al abandono a propósito, huir de la mirada atenta de los otros, ser un punto más, un pixel de la imagen completa.

Más que un plan, una respuesta, comienzo a valorar mi red, mi trapecio y que soy más que el rol ciudadano que tengo. Quiero creer, y no pensar que después que se pierde la esperanza...qué? Comprendo-nuevamente-que hay acciones secundarias, que no me definen, que sirven para mantener mis proyectos centrales, aquellos por los cuales me siento bendecida y agradecida.

Gracias por conformar mi red.