martes, 8 de marzo de 2011

Esos amores (enamoramientos) no correspondidos

Un amplio curriculum en esta área puedo asegurar que tengo. Y no es de llorona ya que creo que a todos alguna vez nos ha pasado. Existen incluso los más afortunados o afortunadas quienes tiene el título de ser el amor no correspondido de un otro u otra. Si he escuchado que a muchos les complica esta situación, la verdad no me ha pasado.

Desde los 13 años he tenido amores imposibles, esos por los que sufres, lloras, sueñas y te desvelas. Siendo más niña (aún, dijo la patuda) era feliz con ser compañera de banco de el que creía ser mi mejor amigo. Le ayudaba en las pruebas, le enseñé a bailar, hasta llegué al punto de entregarle recaditos a la niña que a él le gustaba, bajo la consigna "Si él es feliz, yo soy feliz"...ud. no emita comentarios. El final de esta historia luego de patéticos pasajes quinceañeros fue de película (no podía ser de otro modo) y literalmente ya que vimos juntos "La boda de mi mejor amigo". Para el que no la ha visto, no tiene un final feliz. El amigo no se queda con su mejor amiga.

Vinieron unos cuantos más: un hombre mucho mayor del que me enamoré en el momento equivocado estando pololeando con el moreno; un amor pasional de esos a la fuerza que ni por cansancio resultan; entre otros.

Uno de los recientes era un hombre oscuro (con un mail horrible) que en verano andaba con chaleco, tenía dos nombres y había personas que le decían de una forma y otras lo llamaban por su segundo nombre (me carga ese fenómeno a ustedes no?) que vivía en la oscuridad de un estudio de radio inhóspito.
Podía pasar horas escuchándolo hablar, mi corazón palpitaba cada vez que lo veía y colorin colorado el hombre oscuro tenia una polola y estaba por nacer su hijo.

Apareció otro que era artista de las imágenes. Lo vi y me enamoré. Compartíamos varias cosas en común (o eso me hacía creer yo misma), incluso lo ayude laboralmente. Me enteré que vivía cerca de mi casa y todos los días pedía encontrarme "casualmente" con él. Nunca pasó a mayores.

También desfiló un ñoño cibernético de zapatillas blancas con el cuál hasta Charles ayudó con plan de acercamiento. Ofrecí una once sureña a cambio de traer una tele (que no necesitaba) hasta mi departamento, pero nunca hubo la esperada (maldita) señal de feedback.

Uno de los más recientes, no ha alcanzado la categoría de "amor" no correspondido, porque algo hemos aprendido, pero ha ocupado varias horas de mis días, mensajes en chat, disputas, malos entendidos y hasta he recibido calificaciones de esas que no son halagos.

Definitivamente no sé distinguir cuando el que está enfrente mío no me ve con ojitos luminosos. Y no es que me crea la supermegaricamina pero frente a un estímulo, un coqueteo y unas sonrisas chinas ¿es válido esperar alguna reacción o no?

Me cuesta poner en práctica una frase muy cierta de tropical friend "Hay que retirarse con el raiting alto". Bueno, desde hoy...comienzo la retirada

pd: este post va sin foto porque me rehusó a colocar un corazón partido en dos, algo emo o un ojo llorando.

2 comentarios:

  1. Ay amiga...te encuentro toda la razón...pero de eso se trata la vida...de caerse y volverse a parar...de eso nosotras sí que sabemos...
    Un beso grande, me gusta como escribes. Muac.

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  2. .... me faltaba cachar cuál era el ñoño de zapatillas blancas, pero mi agenda de hoy sirvió para recordar! jajajaja... gracias por la mención! cuesta la retirada (hay gente más rebelde al baul de la negación).... pero tranquila, como dije hace casi exactamente una semana "le pasa a la Shakira, no le va a pasar a una!"... es cosa de escuchar Ciega Sordomuda no más! jejeje

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