martes, 10 de agosto de 2010

Vanidad: El cabello



Cortarlo cuando hay luna creciente. Controlar la caída con romero. Lavárselo todos los días, lavarlo día por medio. Cortar las puntas partidas. Hidratar los risos. Tinturarlo con productos naturales o aplicar amoniaco para ocultar las incipientes canas. Uf! que tarea nos da el cabello.

Es una de nuestras cartas de presentación, nos define, nos da carácter, nos muestra saludable o enfermizas, enamoradas (dicen cuando hay cierto brillo) o con falta de sexo (dicen también cuando está opaco). Cuando nos logramos reconciliar con él, podemos jugar, hacernos peinados, poner lindos accesorios como cintillos, pinches u otros.

Muchas veces nos arriesgamos y cortamos de forma extrema o nos ponemos en manos de una peluquera que nos quiere dar un look más moderno. Coincide muchas veces con las ganas que tenemos de sanjar una etapa, de hacer cambios radicales o querer encontrarnos con nuestro ex y mostrar lo renovada y guapas que estamos sin él. Ojo los hombres casi nunca notan los cortes de pelo. Los tintes son más obvios, prueba con eso si quieres impactar!

Las que son crespas, quieren ser lisas. Aunque creo que con la irrupción de productos especiales para las onduladas y con rizos, esto ha mermado. Pero es difícil mantener el cabello ordenado y sin el maldito frizz en invierno. Cuento a parte merece la lluvia en el cabello crespo ya que literalmente queda como una gran mota sin ninguna definición. Aunque las lisas también sufren lo suyo, ya que parecen perritos mojados.

Para algunas el pelo carga buenas y malas vibras por eso sagradamente lo cortan una vez al mes (claro, algunas deberían raparse). Otras mujeres invierten realizando masajes en peluquerías exclusivas, y las más cercanas a la pachamama (o con menos presupuesto) aplican sólo productos naturales como shampoo de coco, máscaras de palta o kiwi.

Importante es arreglarlo cómodamente, hacerlo lucir según nuestras características, ya que pretender lucir como la actriz de moda, logrando un color rubio platinado cuando claramente somos morenas y nuestras cejas y crecida del cabello revelaran la farsa, muchas veces no es el camino. Y para las que sueñan tener un brillo extremo como ostentan Leonor Varela y Angélica Castro en el comercial de Pantene (a pesar de las tenasas y plancha que aplican), les digo que estamos leeeejos de esa microrealidad.

1 comentario:

  1. ehhhh!! desde la felicidad máxima confirmo que el 2009 me reconcilié con mi pelo!!
    por eso ahora siento que esa es la clave para no tener que invertir tanto tiempo ni dinero en conservarlo :P

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