domingo, 20 de junio de 2010

Lo que hay tras las Mujeres Bravas*




Una mujer carga las bolsas del supermercado a su casa, sin un empaquetador del super o una pareja. Pasea un día sábado por los juegos y se tira al suelo junto a sus cuatro hijos sin importar lo cansada que quede, sabiendo incluso que luego del juego, vendrá cocinar y limpiar la casa. Deja su casa, sin haberse casado ni tener un proyecto de hogar junto a su pareja, y sale a postular al subsidio para lograr su sueño, el de tener su espacio ganado con el dinero que ha juntado de su trabajo desde las 20, 23, 30 años. Prefiere quedarse en casa viendo una película un viernes por la noche, antes que salir con un mino que la llamó para ver qué hacían?, qué panorama armaba ella para pasarla bien juntos. Sale a amborracharse con amigas y si una de ellas pincha, se hace a un lado pero sabe que todas regresaran juntas a sus casas (y si no es así, no habrá molestias ni malos entendidos pendejos).

No necesita un pecho peludo para dormir por la noches calientita, puede encender el escaldasono, o comprar una estufa de última generación, o ponerse el pijama de polar. Soporta cocinar para uno y almorzar un domingo en soledad. Ella lo elige.

Es simpática más que bella; tiene curvas pronunciadas, un poco de barriga, o pechos pequeños y casi nada de traste antes que una figura de super modelo, y es bastante directa y poco diplomática.

Pero las mujeres bravas también creen en el amor, no rehúsan de casarse y tener hijos, se proyectan en modelos femeninos establecidos sin dejar de opinar críticamente de ellos, sienten celos, se sienten feas o gordas, tienen sueños, lloran con facilidad, se enojan, se enamoran, coquetean, les agrada ser abrazadas por el sexo opuesto y compartir un helado caminando por la plaza.

Son lo suficientemente inteligentes como para disfrutar de lo divino, de lo banal, de lo superficial, de lo cursi, de lo cotidiano y las aventuras.

Son mujeres bellas, esas que no llaman la atención fácilmente, esas que por mucho tiempo han caído en la categoría de amigas, casi como hermanas o con ventajas (elección echa por ellas valga la aclaración). Son de verdades absolutas, no medias tintas, pasionales y arrebatadas cuando algo o alguien logra arrebatarlas.

Madres, amigas, hermanas, desconocidas que caminan por Paseo Ahumada, por la Universidad de Concepción o se sientan junto a nosotros en el metro.

Nunca se escribe de ellas, nunca se habla de ellas, porque no necesitan ser reconocidas, porque se levantan cada mañana y al mirarse al espejo saben que ellas son Mujeres Bravas y a mucha honra.

* Concepto extraído del escritor colombiano Héctor Abad. Texto Elogio a la Mujer Brava

5 comentarios:

  1. Esa es la actitud!..mujeres que tienen la libertad de decidir lo que quieren, y cuando lo quieren..sin miedos... y que producen fuerzas de los lugares más insólitos para avanzar... conozco varias de aquellas, y tú dentro de las primeras de mi lista.
    M.E.G.

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  2. ... héctor dice tantas verdades!... y tú tambien :) lesa, te requiero!

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  3. CLAP CLAP CLAP sita Gloria... Así nomás es y hay que aprender a lidiar con eso, o en realidad, a disfrutarlo. Abrazote!

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  4. Vivan las mujeres bravas, yo soy una de ellas, mujer ruda, noble, buena amiga, sentimental, cuando algo me molesta lo digo sin pelos en la lengua, me tiene sin cuidado lo que la gente piense de mi jijiji

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